martes, 17 de enero de 2012

1.4

Estábamos tomando un tazón de té helado en una terracita de la Plaza de la Ciudad Vieja, era Marzo y la hojarasca tostada del invierno se mezclaba con un primo veraniego de San Martín que nos acercaba a la primavera lanzando tibios rayos de luz sobre nuestras caras. Praga estaba preciosa en esa época del año, comenzaba el buen tiempo y se marchaba la humedad junto al frío estático de meses atrás, lejos nos quedaba la nieve y los cuatro pares de guantes. Nos degustábamos los ojos mientras ese té de melocotón deslizaba su última gota por tus labios.

Y de pronto...

No hay comentarios:

Publicar un comentario